jueves, 6 de octubre de 2016

China, Mao Tse-Tung y los dragones





China es una cultura milenaria. Y hoy día es una cultura millonaria. China es un país. Un país que está en un continente que se llama Asia. Y como es una cultura milenaria de su historia podemos sacar una cantidad de valores y de ideas que nos pueden ser muy útiles hoy día, porque China hace mucho que está. O sea que estuvo antes que la mayoría de las demás culturas y se mantiene. Y el conocimiento que podemos sacar de su historia es vital, porque todo lo de antes era mejor, etc. Así que hablemos un poco de la historia de China.

Según los primeros reportes pasados de la oralidad a lo escrito, China era en su principio una nuez. Era una nuez. O sea que era chiquita. Luego, con el paso del tiempo, pasó a ser un kiwi. La evolución es así.
Me parece válida la objeción de las feministas que ven en el relato de la historia inicial de China rastros de la narrativa hegemónica del patriarcado: la nuez tiene la misma forma que la parte más chiquita de los testículos, la parte de la que se consigue mayor placer ante alguna caricia o beso de otra persona, o de uno mismo si se es virtuoso. Y el kiwi…Bueno. Poco hay que decir de una fruta con forma de testículo peludo.

Luego China se transformó en un melón. Un melón grande. Y tiempo después, esa expansión se vio truncada porque reventó. Implotó. Un conflicto interno, una guerra civil dentro de ese gran melón llamado China. ¿Y qué pasó luego? Bueno, todos los alrededores del melón llamado China se vieron invadidos de semillas que salieron desde dentro del melón implotado. China sufrió un proceso de fragmentación. Fragmentación que terminó cuando las lluvias transformaron algunas de las semillas en dragones. Y los dragones poblaron el lugar y se empezaron a llevar mal con sus vecinos de Mongolia.

Es difícil llevarse bien con un mongólico. El mongólico es así, es difícil. Porque detrás de esa sonrisita permanente se ocultan otras cosas, como sentimientos y pensamientos, entonces eso a los dragones chinos no les gustaba. Y lo que hicieron fue construir una muralla. Una muralla que en realidad para ser honestos es más bien un murito largo. Largo sí, pero bajo. Es un murito. Además no fue construida bien la muralla. Se construyó por partes, pero no empezando de izquierda a derecha, por ejemplo. No. Una parte por acá, otra por allá. Dejaron huecos por todos lados. Eso es típico de los empleados públicos. Porque los dragones eran todos empleados públicos en ese momento. En China todos eran. Y aun así, con un murito bajito y con grandes espacios entre parte de la muralla y parte de la muralla, estuvieron a salvo casi siempre. Lo que pasa que el mongólico no te salta muros, no te busca por dónde cruzar. Ve un murito y se vuelve. Es por eso que Mongolia no es una cultura que nos pueda aportar algo y China sí.
Después, una vez eliminada la amenaza de los mongólicos China pasó a una fase en la que la sabiduría empezó a crecer. Los dragones inventaron la pólvora y empezaron a expandirse por el mundo. Llegaron a la antigua Valiria, y siglos después llegaron a Westeros con Ageon el conquistador.

Mientras tanto en China los dragones que se quedaron estaban re de fiesta. Eran los dueños de China, para ser sinceros. Pero un buen día se les apareció Mao y dijo que no, que esto no puede ser, que san se acabó e impuso por la fuerza de las armas el comunismo. Entonces Mao agarró y mandó a todos los dragones a hacer trabajos manuales y los dragones odian los trabajos manuales principalmente porque no tienen manos o al menos no tienen pulgares oponibles que son los que permitieron en su momento a nuestros antepasados antropoides el poder manipular objetos para modificar el ambiente. Bueno la cuestión es que los dragones no tienen manos con las que puedan hacer trabajo manual. Son más bien para tirar fuego y eso. O para no existir. La cuestión es que para Mao, seas un ser que existe o que no existe, tenés que trabajar para el bien común de la nación.
Entonces medio que la cosa no funcionó del todo bien entre Mao y los dragones y los dragones fueron…Un poco…Como…Asesinados. Pero no todos. Sí, fueron todos.
Pero tiempo después Mao con magia- porque Mao era muy mago- agarró un mosquito que había picado a un dragón y con la sangre del dragón que estaba en el mosquito construyó un parque de diversiones que se llamó Dragon Park y entonces hizo que todos los dragones revivieran pero hechos de papel y con colas re largas para poder desfilar por las calles de China y de todos los barrios chinos que hubo en el mundo después, para celebrar el día en que Mao mató y revivió a los dragones con magia mágica comunista china.

Después Mao se murió y pasaron otras cosas y ahora otras cosas más que fueron causas de otras cosas que hicieron que China sea lo que es hoy: una cultura milenaria de la que podemos sacar valores tales como los de hacer murallas bajitas para que las personas con síndrome de Down no se terminen juntando y peleando con los dragones que más tarde que temprano conviene exterminar. Y luego resucitar en el imaginario colectivo. Un poco lo que pasó con los gauchos acá en la provincia Oriental, que eran vistos como parásitos violentos que entorpecían el progreso y después de ser aniquilados pasaron a ser símbolos patrios casi, con monumentos en la avenida principal y pila de libros escritos sobre ellos.
Un poco lo mismo que va a pasar con los planchas si un día llegan a ganar las elecciones los del partido oligarca católico y terminan implementando lo que proponen. Quién te dice que dentro de diez años no estén todos los planchas muertos y setenta años después de eso haya un monumento al Brian en 18 de Julio.

Es un poco por esto que hay que tomar en cuenta el saber milenario de China.


lunes, 3 de octubre de 2016

Apuntes desordenados sobre el uso del etc



Hace tiempo me viene persiguiendo una idea que la circunstancialmente japonesa Amelie Nothomb explica mucho mejor que yo: “(…) y es tanto más extraño por cuanto todas las personas aquí presentes, inteligentes y que experimentan cierta simpatía, incluso amistad entre sí, no tienen absolutamente nada que decirse. Escúchelos. Es inevitable: más allá de los veinticinco años, cualquier reunión de seres humanos es una repetición.”

Se entenderá que tener esta idea en la cabeza cada vez que sostengo una conversación es un poco difícil de soportar. Entonces lo que hago es observar.

Como por ejemplo: el uso de la palabra etc está mal visto. Y no debería estarlo. A veces la usamos como muletilla; otras la usamos como facilitadora para poder elaborar ideas y eximirnos de enumeraciones tediosas; sea cual sea el caso, esos usos posibles del etc son secundarios y me  parece que haciendo un mejor uso de el etc nuestras vidas serían mejores.

El etc debería ser usado con más frecuencia. Eso estoy tratando de decir. Debería ser usado para el bien de la comunidad.

Por ejemplo: una muchacha responde a la invitación que le hace un muchacho de su trabajo: “(…) y vos siempre me hacés reír y tenemos siempre charlas muy interesantes, pero a mí no me pasa lo mismo que a vos, así que…Etc.”

Puede sonar cortante al principio. Pero conviene darle una mirada más profunda: ese etc impide que la mujer se vea en la obligación de justificar en detalle sus decisiones, cosa ya de por sí tediosa; por otra parte exime al hombre de estar en riesgo de oír esa crueldad –espero yo, involuntaria- en la que habitualmente caen las mujeres que rechazan: “pero podemos ser amigos.”
Detrás de esa sentencia se oculta el mutuo y profundo desconocimiento de los géneros y sus características.

Hay al menos varias decenas de usos del etc que serían beneficiosos para todos. Tenemos que usarlo más.

¿Qué cómo estuvo el trabajo hoy? “Ah, sí. Entré a las nueve y cuarto y, etc.”

Otro: “Opa, opa. Si te agarro ese orto, etc.”
Acá el daño tan solo se minimiza, lo tengo claro, pero el “etc” ayuda.

O por ejemplo: “(…) es por eso que con mamá estuvimos  hablando y, si bien nos amamos, a veces las personas que se aman no deben vivir juntas, así que papá y mamá se van a divorciar, etc. Te vamos a seguir queriendo y etc, etc.”

Todo lo que venga después de: “Mirá, Pablo, sos adoptado” debería incluir un etc en alguna parte.

Pero principalmente en esas reuniones de mayores de veinticinco años es que el etc debe tener un papel preponderante. No bien alguien diga “¿Se acuerdan de cuando…” y otro pregunte “¿Cómo era esa? ¿Cómo era esa?” con un entusiasmo alarmante por escuchar nuevamente la misma anécdota una vez más, un etc debería imponerse y la reunión debería ser disuelta de inmediato.

Ensayé tres tipos distintos de finales para este texto; no me convención ninguno. Había uno especialmente idiota que incluía la palabra “etc” y un final abrupto.


Pero preferí, etc.