sábado, 30 de enero de 2010

Hazlo tú mismo

Fabrique su propio chiste; complete la historia y déle su propio final humorístico. En la próxima reunión de amigos usted será el alma de la fiesta.


1

Un joven está cenando en la casa de su novia; además de su amada, sus suegros se encuentran en la mesa.

- ¿Qué pretensiones tiene con mi hija?- dice el padre

Justo en ese momento entra corriendo el jardinero, con un pepino en la mano.

El joven mira al padre de su novia y le dice: _________________________________


2

Hay una joven muy linda en la parada del ómnibus. Un tipo se acerca sigilosamente, pero sin quitarle los ojos de encima. Luego de unos segundos de observación de arriba abajo, el tipo le dice:

-Tas tan buena que te masajearía hasta el intestino grueso.

La joven, con cara de asco, le dice:_____________________________________



3

Está Jesús en la última cena, pensativo, luego de haberle dado el pan y el vino a los discípulos.

- Esto está re duro- comenta Simón Pedro, tratando de quebrar una rodaja del pan, haciendo fuerza con ambas manos.

-¡Ja! ¿Y lo mío entonces?

- ¿A qué se refiere, maestro?

- La magdalena me dijo que me va a abandonar y que me tengo que hacer cargo de los botijas. Me voy a_________________

jueves, 7 de enero de 2010

Tripa y el alfabeto

Los amigos de Leonardo decían que querían tomar ácido para experimentar algo que nunca habían hecho, y Leonardo se interesó por el tema. Acordaron, en una breve charla, tomar LSD en navidad. Todos iban a poner un poco de plata para comprar entre todos unos cartones y, entre todos, pasarla bien.

Leonardo se puso ansioso; faltaba mucho para navidad. Cuando llegó a su casa miró de reojo el televisor nuevo que se habían comprado sus padres y la cara se le iluminó: era un televisor LCD, pantalla plana, nuevo, reluciente. Leonardo se puso de rodillas, con sus manos sostuvo el televisor por los costados, y comenzó a lamer la pantalla. Estuvo en eso unos cuantos minutos, hasta que notó una presencia a su derecha.

-¿Qué hacés, Leo?- preguntó, asombrada, su mamá.

-No jodas- respondió Leonardo.

-¡Leonardo dejá de lamer la tele!- dijo la mamá, ya enojada.

- Te dije que no jodas. Ya sé que no estás ahí, que te estoy imaginando.

Su mamá dijo más cosas que él ignoró. Solo pensaba en que el ácido le estaba pegando y en cuánta envidia iban a tener los amigos cuando les contara.